domingo, 14 de enero de 2018

Soy la muerte


En el día a día nos encontramos con situaciones negativas a las que hacer frente y los niños y niñas no se quedan al margen. A veces, resulta complicado explicar la pérdida de un ser querido y recurrimos a "frases bonitas" que no dicen nada como "te está viendo desde el cielo" o comparamos la muerte con la metamorfosis siendo el gusano la vida y al morir nos "transformamos" en mariposas. Esto solo lleva a confusiones y no soluciona nada pues tarde o temprano tendrás que explicar la realidad. Cualquier niño o niña nota la pérdida y, aunque cognitivamente no entiendan lo que sucede, a partir de los cuatro o cinco años debería darse una explicación verbal. Sobre todo es importante tratar cuatro claves:
  • La muerte es universal: nos llega a todos. 
  • La muerte es irreversible: la persona que ha fallecido no va a volver.
  • El cuerpo ha dejado de funcionar: a veces se dice que "el abuelo se ha quedado dormido" pero esto lleva a confusiones y puede generar miedo
  • Los sentimientos no se esconden: es necesario permitir que el niño o la niña manifieste sus sentimientos y hacerles entender que los adultos también nos sentimos mal y los entendemos. Si nos escondemos a llorar pensarán que es algo malo. 
En caso de enfermedad, no hay que apartar al niño o la niña. Es bueno hacerles partícipes del proceso y prepararl@s para el duelo. 

Para esto, un buen recurso son los cuentos. Existen numerosos ejemplos como "Siempre" (enlace), que muestra a una mamá osa explicando a su osezno a enfrentarse a su pérdida: "El día que no me veas no pienses que me he ido. Sentirás que estoy contigo, hoy y siempre, a tu lado". Otros como "No es fácil pequeña ardilla" (enlace) tratan las fases por las que pasa el duelo. Y algunos tratan el tema de forma delicada pero sin tapujos como "Soy la muerte" (enlace), que explica cosas como por ejemplo que la muerte suele "buscar a quien tiene arrugas y ha vivido más" pero a veces también se lleva gente joven por diversos motivos. En este cuento se representa a la muerte como un ser amable casi maternal alejándose de la figura oscura habitual. "La vida y yo habitamos juntas en todos los cuerpos. La vida y yo estamos en todo lo que empieza y en todo lo que acaba".

 51T1EyrHV5L._SX494_BO1,204,203,200_.jpg (496×500)
51pp12EcoQL._SX403_BO1,204,203,200_.jpg (405×500)                                                                          Iván Rey López

No hay comentarios:

Publicar un comentario